Formación

Nuestra Vocación

La vocación es un don de Dios para cada ser humano. Implica una llamada a la vida, a ser cristiano y a una misión específica con la cual cada persona colabora en la obra de redención en el mundo y a la vez constituye un camino de realización y felicidad personal.

Nuestra vocación a la vida consagrada como Carmelitas del Sagrado Corazón, es un don del Espíritu y un llamado personal de Dios a consagrarle nuestra vida; configurándonos con su Hijo Jesús y su misión, viviendo en comunidad, al estilo del carisma y espiritualidad propios, para seguir colaborando en hacer presente en el mundo de hoy, el amor providente, bondadoso y misericordioso del Padre.

Para descubrir cuál es nuestra vocación, es preciso un proceso de discernimiento para clarificar cuál es nuestro lugar en el mundo. Implica entrar dentro de cada uno, conocerse y reconocer lo que Dios nos ha dado para vivir, servir y ser felices. Precisa de tiempo, reflexión, oración y una gran dosis de humildad y fe.

Para responder con autenticidad a una vocación, la iglesia brinda el apoyo de agentes de pastoral que nos acompañan en ese momento de la vida, en que cada ser humano busca responder a la pregunta fundamental ¿Cuál es mi vocación? ¿Cómo podré ser feliz? ¿Qué quiere Dios de mí?

Una vez que nos hemos puesto a la escucha de la voz de Dios, de su querer sobre nosotros, emprendemos el camino de OPCIÓN VOCACIONAL. Un camino que conlleva el prepararnos para profundizar en ese don maravilloso, asimilarlo de mejor manera y que vaya dando frutos de madurez humana y espiritual en nosotros para colaborar con Dios en su proyecto de salvación para todos nuestros hermanos.

La respuesta es fruto de la gracia, de la fuerza del Espíritu presente en el interior de cada ser humano.

Nuestra congregación en comunión con la iglesia, brinda un acompañamiento para descubrir la vocación a la que cada uno es llamado. Si tú descubres que tienes la vocación de Carmelita del Sagrado Corazón, te ofrecemos la oportunidad de formarte para vivir y responder a esa vocación a través de:

  • Acompañamiento vocacional para discernir la vocación.
  • Admisión al proceso formativo como Carmelita del Sagrado Corazón con las siguientes etapas:
    • Postulantado
    • Noviciado, al término del cual se realiza la consagración temporal
    • Juniorado, al término del cual se realiza la consagración definitiva.

Para adquirir y consolidar la identidad de la Carmelita del Sagrado Corazón, toda la formación estará encaminada a cimentar los rasgos esenciales del carisma propio.